Un Viaje Hacia la Conciencia

Del amor absoluto al miedo terrenal

Iniciamos nuestro viaje terrenal con el objetivo de elevar nuestra frecuencia vibratoria en este plano y reconectar con la esencia amorosa que somos en realidad. Cada uno de nosotros es amor y unidad, somos parte de un todo y venimos a este mundo para recordar esa verdad fundamental.

Antes de encarnar voluntariamente en esta realidad, aceptamos olvidar nuestra verdadera naturaleza, sumergiéndonos en experiencias de miedo y separación.

¿Por qué este olvido consciente? 

Según mis guías espirituales, cuando éramos parte del todo, no teníamos plena conciencia de nuestro amor innato. No podíamos apreciar su magnitud sin experimentar su opuesto, el miedo.

Vinimos a la Tierra para vivir lo opuesto, explorando el miedo y la separación, a fin de comprender y apreciar plenamente el amor. 

Este plano fue creado para que pudiéramos elegir nuestras experiencias, nuestras relaciones y nuestra misión de vida, partiendo desde el amor absoluto, nuestro origen, para experimentar el miedo y la separación.

El propósito de esta vida es enfrentar desafíos y recordar el amor que somos. La dualidad es esencial; no podríamos conocer la alegría sin la tristeza, la confianza si no pasáramos por la desconfianza, no sabríamos lo que es la justicia sin injusticia.

 A través de las dificultades, evolucionamos. Estas pruebas fueron elegidas y diseñadas por nosotros mismos antes de reencarnar, para impulsar nuestro avance espiritual.

En este plano terrenal, la sensación de separación engendra el miedo. Para contrarrestarlo, desarrollamos mecanismos de defensa, como el deseo de controlar nuestras vidas o la búsqueda de seguridad en relaciones y posesiones materiales. Estos deseos surgen del miedo a la soledad y la separación.

Para contrarrestar el miedo desarrollamos mecanismos de defensa como el deseo de control, seguridad y reconocimiento

¿Cómo elevamos nuestra vibración?

Trabajando estos deseos arraigados en el miedo. La meditación y la oración son prácticas poderosas:

La meditación.

La meditación calma la mente y revela nuestros patrones de pensamiento, disolviendo el miedo que nos paraliza y limita el amor en nuestras vidas. Se puede practicar en cualquier lugar y momento, desde caminatas hasta la lectura.

La oración.

La oración, en sus diversas formas, contrarresta el miedo y la desconfianza. A través de la gratitud, alabanzas o repeticiones de mantras, elevamos nuestra frecuencia vibratoria. La conciencia de nuestros pensamientos, la autoobservación y la elección de prácticas que nos conecten con el momento presente son esenciales para este proceso.

El miedo reside en nuestros pensamientos, dictando nuestras acciones. Es crucial reconocer nuestra conexión con el todo y comprender que lo que le hacemos a otros nos lo hacemos a nosotros mismos. A medida que trabajamos hacia la aceptación y el amor, superamos el miedo, elevando nuestra vibración y cumpliendo nuestro propósito en este viaje terrenal.


Los abrazo desde el alma, Lore.

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